domingo, 24 de abril de 2011

PACHI PÉREZ FULMINA EL RECORD DEL MUNDO DE MOTONÁUTICA

Pachi Pérez lo ha conseguido, es el 'récordman' de motonáutica. Ayer, el día de Aragón, el día de San Jorge, el río Ebro fue testigo de como Pachi Pérez logró batir el récord del mundo que todavía estaban en manos de un norteamericano.

Ayer era el día elegido para que Pachi Pérez se subiera en su Bombardier RXP e intentará superar el record del mundo de motonaútica que, a las 8 de la mañana cuando Pérez se subía en su moto, estaba en manos de Raymond Calore que, en octubre de 2010, realizó 474 kilómetros en seis horas de navegación solo con las paradas necesarias para repostar y atender al piloto. Finalmente Pachi Pérez ha fulminado el récord y ha ido sobrado.
Luis Arrizabalaga, director técnico de la prueba, confirma que exactamente fueron 474,5. Para superar la prueba, Pérez tenía que estar seis horas sobre la moto y para ayudarle en su reto, tuvo a lo largo de la mañana un equipo a su disposición a los pies del Club Naútico. La moto sobre la que navegó en el Ebro, tienía una autonomía de 24 vueltas y, transcurrido ese tiempo, el piloto aragonés se detenía a repostar. "Hace la parada cuando se queda sin gasolina y mientras está parado, el reloj sigue corriendo", confirmaba Arrizabalaga a Aragón2.com
A las 11 de la mañana, camino del ecuador del intento de récord, el balance era magnífico. A esas horas, Pérez ya había establecido una nueva vuelta rápida personal al parar el cronómetro en 2 minutos y 27 segundos. Siete minutos después de anunciar este dato, el piloto levantaba la mano para informar de que en la siguiente pasada por el naútico pararía para cambiar la moto y coger la reserva llena de gasolina. Al bajar de la moto para avituallarse, llegaba la buena noticia: el promedio era de 714 kilómetros. Salvo catástrofe, el récord sería fulminado a las dos de la tarde. Pachi Pérez navegaba 300 kilómetros por encima del record. 
Hasta ese momento, en el parte de la prueba solo figuraba un pequeño contratiempo que el equipo técnico salvó a tiempo. Una malla de las aguas del rio se colaba en las tuberías de la moto y obligaba al cambio en la tercera vuelta de la segunda ronda. Para los técnicos, esta era "una avería previsible. Las motos de agua se refrigeran con el agua en el que navegas y la malla se ha metido de por medio", afirmaba el jefe de mecánicos de la prueba que, para la segunda parada, ya había solventado sin mayores contratiempos el atasco en la moto. 
Noticia aparecida en Aragon2.com

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